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ALIMENTACIÓN DURANTE LA LACTANCIA
La alimentación y la nutrición durante la lactancia materna giran alrededor de muchos mitos y costumbres y al igual que en la alimentación en el embarazo, pensar en qué debemos o no comer, puede generar un estrés adicional que dificulta el proceso de adaptación a esta nueva etapa de la vida. Es por eso qué, pensando en hacerte el camino más fácil, queremos compartir contigo las respuestas a algunas preguntas comunes.

¿Debo comer una mayor cantidad de alimentos mientras estoy amamantando?
La respuesta corta es que sí, pues según las recomendaciones de ingesta de energía y nutrientes para la población colombiana, las mujeres que inician la lactancia con un peso adecuado deberían de consumir alrededor de 500 calorías de más durante los primeros seis meses de lactancia materna exclusiva. Esto con el fin de garantizar los insumos necesarios para la producción de la leche sin afectar negativamente el estado nutricional de la mamá.
Sin embargo, esto no significa que, para garantizar dicho consumo, se pueda recurrir a alimentos altos en calorías y bajos en nutrientes, por el contrario, asegurar una alimentación balanceada que contemple todos los grupos de alimentos, es la clave para cuidar de ti y de tu bebe. Aprende sobre calorías y nutrientes con este articulo https://www.taeq.com.co/blog/salud/dejar-de-contar-calorias-un-cambio-feliz-de-enfoque
¿Debo seguir con la misma alimentación que tuve durante el embarazo?
Aunque dependiendo de cómo se inicie el embarazo es normal que se deba consumir una mayor cantidad de energía y nutrientes específicos (aprende más de alimentación en el embarazo con este articulo https://www.taeq.com.co/blog/salud/principales-nutrientes-para-disfrutar-el-embarazo), durante la lactancia, los requerimientos de agua y nutrientes como la proteína, fibra, vitaminas A, C, B12 y minerales como yodo, selenio y cobre son aún mayores, por lo que es necesario hacer cambios en la nutrición de la mujer, en los tipos de alimentos y en la cantidad que se debe consumir de los mismos.
Por lo anterior, se recomienda que durante la lactancia se priorice la ingesta diaria de alimentos como carnes; tanto rojas como blancas, pescados, lácteos, nueces, semillas, leguminosas, se traten de incluir en cada una de las comidas las frutas y verduras y se garantice como mínimo el consumo de 10 vasos de agua al día; esto es adicional al agua de las bebidas que acompañan las comidas y a la presente en los alimentos y las preparaciones.


¿El sabor de la leche depende de lo que como?
Esta es una duda muy común tanto en las mujeres lactantes como en el ámbito científico, dando lugar a una serie de investigaciones con las que se pretendía entender sí el sabor de la leche materna cambia según el tipo de nutrición y la alimentación que reciba la madre, y sí de ser así, estas se podrían modificar para promover el gusto de los niños y niñas por alimentos más saludables.
Como resultado, en 2019 en la revista de la Sociedad Americana de Nutrición, se publicó una revisión de artículos científicos, en donde la mayoría de ellos obtuvieron como resultado que efectivamente el sabor de los alimentos que ingería la madre podrían pasarse a la leche materna; sin embargo, no fue posible asociar estos hallazgos con cambios en las elecciones y preferencias alimentarias de los niños una vez iniciaran la alimentación complementaria.
Esto último, solo nos demuestra que los cambios en los estilos de vida deben sostenerse en el tiempo y que todas las decisiones tomadas durante el embarazo y la lactancia (comer más frutas y verduras, consumir menos sal y azúcar, tomar más agua, tener un peso sano), deben continuarse durante los primeros años de vida de nuestros niños y niñas, para asegurar que a través del ejemplo ellos también puedan reconocer la importancia de la alimentación saludable en la salud, el crecimiento y el bienestar.